“Cuando ves una persona bailando pero no escuchas la música, te parece incomprensible esa persona, incluso te puede parecer completamente loca con tantos movimientos tan raros.
Solo cuando escuchas la música puedes entender a la persona que baila”.

viernes, 22 de marzo de 2013

VII Carrera del Ebro

"O yo me he vuelto un paquete o la gente cada vez corre más". Eso pensé al entrar en meta en esta carrera. Vale que salí a tomármelo con mucha calma, pero esperaba que la gente fuese tan calmada como yo...
Lo que está muy claro es que no se le pueden pedir peras al olmo. Si bien es cierto que durante enero seguí una rutina bastante interesante de entrenamientos, la #cachetadaenlacula hizo que todo se perdiera y, por mucho que me empeñase en correr, mi estado físico no era el mas adecuado para afrontar una prueba asi.



Tras 8 horas de trabajo el sábado por la tarde (si, soy un currante más) llegué a casa con los pies destrozados y con un interesante principio de ampolla en el dedo gordo del pie derecho. ¡A perro flaco, todo son pulgas! Pero me hacía ilusión correr y, costase lo que costase, iba a participar y terminar esos 30kms.

Podría decirse que esta carrera era "otra muesca mas" a mi particular palo de la carreras. La mentalidad con la que tomé la salida el 10 de marzo, fué la misma con la que lo hice aquel 7 de noviembre del 2010 o aquel 25 de septiembre del 2011. "Tómatelo con calma y llegarás".



Y podría decirse que eso resume mi carrera. Calma y tranquilidad. Hasta el km20 todo estaba pintando muy bien. "Joder, pues para no haber entrenado apenas, vas a 10km/h...". Pero no todo iba a ser asi de bonito. "El del Mazo" apareció por sorpresa y ¡Zas! Para que os hagais una idea, los últimos 10kms tarde en hacerlos 1h16'...

Pero como el objetivo de la mañana era llegar a meta y lo conseguí, había motivos para estar contento. Revivir esa sensación de "quiero y no puedo" fué lo mejor de la mañana. ¡Qué largos se hacen esos últimos 3 kms!



Por mi escritoro tengo un papel que pone "Canciones para el blog" donde voy apuntando las canciones que, por un motivo u otro, me gustan o que creo que con una conveniente y apropiada redacción pueden ser muy bien traidas. En la entrada pasada publiqué una canción de los granadinos Napoleón Solo y menté a la banda de Noni, Lori Meyers. No fué casualidad. Ya se sabía que el 19, el dia del Padre, iban a publicar su quinto trabajo. Y ya era hora, llevábamos 3 años esperando y el "destino nunca nos alcanzaba". Esta canción es el primer corte de su último trabajo, Impronta. Parece que les han roto el corazón... si no escuchar la letra de la canción...

“Es normal que me cueste olvidar 
todos los días que compartíamos
 y todo era especial.
Y me cuesta borrar, 
esa alegría, que nos unía 
y nos hacía mejorar”


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