“Cuando ves una persona bailando pero no escuchas la música, te parece incomprensible esa persona, incluso te puede parecer completamente loca con tantos movimientos tan raros.
Solo cuando escuchas la música puedes entender a la persona que baila”.

jueves, 23 de octubre de 2014

Ánimo, valiente

Cambios de vida, de ritmo y maneras,
recuerdos de dias que ya no nos quedan,
testigos de incendios llamando a tu puerta.
¿Y que vas a hacer?
Correr, lo mas rápido que puedas.

Así empieza "Palos de ciego" la sexta canción del disco "Agujeros de gusano", de Izal. Si bien es cierto que destacan otras canciones como "Agujeros de gusano", "Despedida", "Hambre" o "Tóxica", estamos ante la gran joya oculta del disco. Y esto no lo digo yo. Lo dicen Julio Ródenas y Angel Carmona, presentadores de sendos programas de Radio 3 (Turbo3 y Hoy empieza todo). Ellos comentaron durante el concierto de Izal en La Riviera el pasado 7 de febrero que es una canción con "un espectacular trabajo en la parte rítmica, con unos tempos y ritmos muy trabajados, lo que hace que la canción vaya subiendo en intensidad con unas dinámicas muy trabajadas". Tenían razón. En las muchas veces que había escuchado ese disco siempre la había pasado por alto.

Hará unos 3 años, leí una entrevista a David "El Indio", batería de Vetusta Morla. En ella, entre otras muchas cosas, le preguntaban acerca de sus letras, que dicen que son muy retóricas, metafóricas o inaccesibles. Él comentaba que "son abiertas en el sentido de que cada uno puede hacer interpretaciones propias y llevar a tu propia experiencia, lo que es bonito, que cada uno se sienta muy identificado con algo y lo haga suyo".

¿Qué sucede? Que hice "Palos de ciego" mia. Bueno, como intento hacer con todas las que escucho. Pero esto no es algo que haya que hacer por obligación. Es algo que tiene salir solo. Tienen que coincidir muchos factores que cuando se dan, ya convierten esa canción en "otra cosa".

Cambios de vida, de ritmo y maneras... 
En el tiempo que llevo sin aparecer por aquí han cambiado muchas cosas. No tengo ningún problema en reconocer que el deporte ha pasado a un segundo (o tercer plano), lo que ha hecho que el número que aparece en la báscula sea superior al que aparecia hace un tiempo. Pero mis prioridades han cambiado... mucho. Había que encarrilar el futuro profesional de algún modo (cambios de vida). Dar un revulsivo a mi vida academica. Y tanto dí ese cambio que en los últimos meses del curso, de enero a mitad de junio, salía de casa a las 7 de la mañana y volvía a casa cerca de las 22 (de ritmo). Así todos los días. Muchos de ellos, volvía a casa corriendo un una mochila a reventar de libros, ropa, tupper de la comida... Ducha, cena, y a estudiar hasta que me durmiera en los apuntes. La mayoria de los dias dormía de 4 a 5 horas (y maneras). Fueron día bastante duros, pero a día de hoy, me siento bastante orgulloso de ello y por ello, el curso que hace un mes que comenzó, pronto tendrá una rutina similar.




... recuerdos de dias que ya no nos quedan, testigos de incendios llamando a tu puerta...

Quedan tan lejos aquellas escenas de patios, de heridas, de juegos de guerra, de no saber, de no pensar, de no importar, de ver estrellas. ¿Y qué vas a hacer? Correr, lo más rápido que puedas. 
Mientras el mar seguirá sus tareas lazándonos vientos del norte lamiendo mareas. La lluvia pasó y ha dejado su olor en la tierra. ¿Y qué vas a hacer? Volver a ser el que eras...

Precisamente, fué en los dias previos al FIZ de este año y durante el transcurso del mismo cuando tanto "palo de ciego" me llevó a unos "Cuarteles de invierno". La letra, la música... todo ello pese a que se trata una canción 100% Vetusta Morla y que como se ha visto en este disco, han intentado huir del "estilo" al que se habían "acomodado" en "Un dia en el Mundo" y "Mapas". Independientemente de todo esto, la letra me encanta. Me parece que es el perfecto ejemplo a lo comentado en el párrafo referido a una entrevista a "El Indio". Si a todo esto le sumamos la puesta en escena de la banda y la intensidad con la que viven la canción... Normal que esté entre mis favoritas y que cada vez que la escuche se me pongan los pelos de punta.



El FIZ también sirvió para que me enamorase de León Benavente. El grupo de "los músicos de Nacho Vegas". Tardé bastante en escuchar el disco entero, pero fué escuchando un concierto suyo en Radio3 cuando no dudé en que eran un gran grupo (pese a que ya me habían hablado muy bien de ellos). Esa noche sentí lo que dice este artículo "dejarse arrastar por las canciones de León Benavente supone una agridulce prueba de fuego, puesto que lo que la banda plantea en su puesta de largo es un ejercicio musical repleto de riesgo y belleza para el que hay que estar verdadaderamente preparado. Sus canciones no poseen estribillos fáciles ni edulcoran la realidad sino todo lo contrario, te ponene frente a frente con tus miedos, pesadillas, dolores y anhelos más profundos, en un intenso viaje cuyo único destino posible es el de caer irremediablemente prendado ante su propuesta".
Tanto fué así que a los 6 días de verlos en el FIZ, repetí en el 15 aniversario de La Lata de Bombillas. Una de las cosas que mas me gustaron del este concierto fué como Abraham Boba, el cantante, solventó su equivocación en la última canción del concierto (Ser brigada, temazo), teniendo narices a parar la canción, excusarse, y volver a empezar desde el principio.

Yo nunca había sido de correr con música. No me gustaba. Incluso me molestaba. Pero ahora, no puedo salir a correr sin ella. Casi todos los días, la excusa para correr un poco más es escuchar una canción más. Hay incluso veces que los "entrenamientos" (si es que se le puede llamar asi a lo que hago) duran lo que un disco del artista o grupo que en ese momento me pase por la cabeza.

Deportivamente hablando, estos últimos meses que he estado desaparecido, he hecho alguna que otra cosilla. A parte de la carreras de orientación y alguna salidilla al monte, me atrevería a decir que el momento que más feliz me hizo fue subir el Col de la Pierre St Martín, en la fontera navarrofrancesa. El Señor Javier Urzainqui me llevó hasta arriba y me tuvo que aguantar o, ¿mas bién le aguanté yo? El juramento que eché en las primeras horquillas se debió oir desde Lisboa, a Perpiñan. De La Coruña, a Gibraltar. Desde la NA-137... ¡Al cielo! miré cuando llegamos a lo alto del puerto y esos juramentos pasaron a ser fotos y risas. Fué un dia bastante bueno, asi como los días que pase por tierras navarras.




En este tiempo de asueto del blog, parte de la culpa de que el deporte haya pasado segundo o tercer plano, ha sido mi nueva afición. Como dicen que una imagen vale mas que mil palabras, poco mas voy a añadir a esto.


¿Cómo se presenta el futuro? La prioridad total, estudios/trabajo. Y entre medio hay una serie de "proyectillos", ambos artísticomanualcreativos, que me ilusionan bastante. Os iré ilustrando con imágenes de ellos. Y el deporte, seguir como hasta ahora. Salir a correr, en bici o hacer excursiones por el monte pero sin ningun objetivo mas allá del de pasarlo bien, disfrutar y "mantener la línea"...

A todos los que habeís llegado hasta aquí, primero gracias por leerme y segundo, os deseo mucho ánimo y suerte en vuestros proyectos, retos e ilusiones. Espero que en no mucho tiempo, pueda compartirlos con vosotros. Que ya, si eso, yo pongo la música ;)

 


*El título de la entrada hace referencia a una canción homónima de León Benavente.

1 comentario:

Kike JAUS dijo...

Hola valiente, hace tiempo que no actualizas este blog.
Animo, sabes que siempre estaré hay.