Que mejor manera que estrenar el mes de julio que madrugando. A las 6:30 sonó el despertador y tras desayunar y recoger todo, fuimos a coger el bus 12 que nos dejaría al lado de donde el Camino abandona la ciudad. Tras andar un poco por carretera, cruzar la via del tren y dejar atrás una zona industrial empezamos, al principio, una dura subida que poco a poco irá suavizándose para dejarnos en un cómodo llano y llegar al Monte Areo. Aquí nos equivocamos de camino y, gracias a un "paisano", volvemos al buen camino. Nos encontramos a un par de peregrinos, que de momento, eran los primeros que veíamos. Después de una fuerte bajada rodeados de "verde", poco a poco comenzábamos a llanear. Conforme nos acercábamos a Avilés, iba a apareciendo ante nosotros toda la industrua. Aquí, el recorrido es un poco feo, ya que tenemos 5km por el arcén de la carretera. Además, el dia esta gris, por lo que la sensación de "feadad" es mayor. En nuestro camino encontramos el albergue de peregrinos donde nos vamos a alojar. Hemos sido los primeros en llegar, por lo que todas las camas están a nuestra disposición. Nos acercamos a un supermercado cercano a comprar la comida. ¿Huevos revueltos con jamón? No está tan mal ¿no? Para que luego digan que se come mal de peregrinación.
Queremos playa, así que pillamos el L1 y nos acercamos a Salinas, pueblo cercano donde se encuentra la plya. 1,35€ de bus, para que luego nos quejemos de que en Zaragoza es caro...
¡¡Playaaa!! Yo poco tardo en zambullirme y al rato, Urzi se atrevió con un "despelote". Después vino la parte mas hot de todos estos dias: la sesión fotográfica de "Alvarito y sus P-Chitos" la cual generó una agradable sonrisa en la cara de los que nos rodeaban.
Después, otra vez a coger el bus y a pillar la cena. A las 22:30 estábamos en el saco chafando la oreja ya que la etapa del dia siguiente se las traia...
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