IV Maraton Internacional Ciudad de Zaragoza

Como ya comenté de forma resumida en la anterior entrada, cumplí mi objetivo de acabar el maraton de Zaragoza. Voy a dejar una crónica que espero no sea demasiado larga.

Tenía puesto el despertador del móvil a las 6:45, pero a las 6:30 estaba despierto. 30' escuchando música en la cama. Desayuno y a las 8 y poco, a la calle. De camino al Paseo de la Independencia suena Danza Kuduro entre otras canciones. Llego, echo un vistazo al ambiente, y voy a dejar la mochila al guardarropa. A las 8:50 había quedado con Alvaro y Edgar para echarnos la foto oficiosa y oficial de los "P CHOS BOYS" y a las 8:55 me meto en el cajón de cola. Queremos acabar ¿no? Pues a empezar despacio y tranquilo, que la carrera empieza en el 30 (uff, que lejos queda eso...).

Se da salida, todos empezamos a aplaudir, los pelos se ponen de punta y, poco a poco empezamos a correr (tardo en pasar por la salida mas de 30"). Bajamos Independencia y, al llegar al cruce del Coso con Cesaraugusto me pasa la liebre de 4h. "Yo no quiero ritmos ni nada, iremos por sensaciones". Llegamos a la Iglesia del Portillo y me doy cuenta que voy de los últimos, cosa que, en vez de preocuparme, me alegra, "voy en mi sitio". Volvemos a Independencia y Urzi, que estaba con Álvaro, Edgar y mi padre, me dice que tire mas. "A callar, yo se lo que me hago". Constitución, Cesareo Alierta, vuelta a Independencia... Llegamos a Echegaray Caballero y seguimos por esta calle hasta el Tercer Cinturón.


Yo creo que aquí llega el momento clave en mi carrera. Si, tan pronto, pero creo que es lo que me hizo acabar tan bien. Miro al frente y la liebre de 4h ni la veo. La gente con la que voy tiene pinta de que va a sufrir bastante kilómetros mas adelante. Quedarme con ellos es un suicidio. Así que progresivamente subo el ritmo hasta que, en el km 9,5, pillo a la liebre de 4h. Eso es una fiesta. Risas, cachondeo, buen rollo... Cruzamos a Vadorrey y volvemos a cruzar por el azud, de nuevo a Echegaray Caballero. Mi padre va al lado con la bici y en el Alberto Maestro están mi madre y mi hermana. Subimos por Don Jaime y desembocamos en la Plaza España. ¡Prohibido mirar a la izquierda! Aún quedan 29km para volver a la salida... Bajamos por la calle Alfonso y llegamos a la Plaza del Pilar. Podría decirse que se acababa lo bueno. Íbamos a tardar unos 22km en volver a la civilización.



Cruzamos el Puente de Hierro y tiramos "pa'rriba". En Pablo Ruiz Picasso pillamos dirección Juslibol y CPS, donde nos espera "una buena rampa", que por suerte, conozco muy bien pues la veo todos los dias. Dejamos Juslibol a la derecha, el recinto de Interpeñas a la izquierda (que por cierto, aun tiene restos de las fiestas del Pilar...) y nos plantamos en la media maratón en 1h58', por lo que, siguiendo a ese ritmo, acabariamos 4' por debajo de las 4h. Pero ya ha empezado a soplar el cierzo. Llevamos unos 6km sufriéndolo y ahora viene la parte mas dura. La zona Expo.


Cruzamos el Ebro por el puente paralelo a la autopista. Nos esperan 4km al lado del Ebro pero muy expuestos al cierzo. En el kilómetro 22,5 mi padre me había dado un gel y, es llegando al avituallamiento del km 26 cuando me lo tomo. Botella de agua, vaso de Powerade, y trozo de plátano y a seguir. Volvemos a cruzar el Ebro por el puente del Tercer Milenio. Aquí viene un punto clave de la carrera. No dejarse influir por la gente que ya vuelve y camino del km35 cuando nosotros no hemos llegado al 28. "Lo que queda por delante...". Mi padre me pregunta que como voy. Bien, voy bastante bien. Pero es imposible ir mal. Vamos un buen grupeto, aunque ya casi no hay gracias ni bromas. Bajamos al Parque del Agua, cruzamos por debajo del Puente del Tercer Milenio y llegamos a la Zona Expo para salir a la Avenida de Ranillas. Allí están Álvaro, Urzi y Ana, con lo que compartí 15 días de convivencia "Camino de Santiago". Les digo que voy bien, aunque ya se nota algún que otro ligero dolor. Pero vamos, creo yo que lo normal.

Bordeamos la Expo entera, cruzamos de nuevo el Puente del Tercer Mileno (km35, casi ni me he enterado, pero desde la última vez que me había fijado en un PK han pasado 5km...). Cruzamos por el Pabellón Puente y, otra vez, llegamos al Recinto Expo. Ahora empieza el Maratón. Al llegar aquí, uno puede saber como va a acabar. Noto que llevo los músculos de las piernas "con pinzas", pero ya volvemos a la civilización. Ahora tengo tanto a mi padre como a "los 3 peregrinos" acompañandome en bici.


En el km38 me dice Álvaro "Tio, mira que kilómetro es" a lo que le respondo "Ya esta todo hecho". Ya voy unos metros por delante del grupo de las 4h cosa que viene bien porque en el km 39 esta el último avituallamiento, y quiero perder el menor tiempo posible para tener via libre para iniciar mi cabalgada hacia la meta. Sólo queda hacer Echegaray Caballero... ¡¡hasta el Alberto Maestro!! Subo un poco el ritmo, aunque al llegar al km40 me vengo un poco abajo (mi kilómetro mas duro), pero conforme me acerco a la Plaza del Pilar, los dolores desaparecen y empieza a subir la adrenalina. Pim, pam, pim, pam... voy pasando a gente por Don Jaime mientras Álvaro me dice: "Eres muy grande, eres muy grande". Llegamos Plaza España, se ve el ambiente y, poco a poco, empiezo a acelerar y acabo "sprintando" por Independencia a 3'39"/km (que después de casi 4h ya esta bien) y llegando a meta en 3h56'35", pero de tiempo oficial 3h55'59". Al pasar por meta saludo a Juan Romero y ¡no se andar! jajaja ¡tengo que seguir corriendo! ¿Pero ya se ha acabado esto? En meta todo son felicitaciones y saludar a caras conocidas. Y lo primero que digo al llegar es: "El año que viene vuelvo a correr".

Fueron casi 4h en las que no me acuerdo de absolutamente nada de mis pensamientos, creo que dejé la mente en blanco y me dediqué a correr como un robot. Quizá este fué otro punto fuerte, no pensar en nada y mucho menos en cosas negativas. ¡Ah! Y fueron casi 4h donde no miré el reloj para nada. Sólo miraba los que me encontraba por el camino.
Ahora toca descansar, recuperar bien y empezar a preparar el 2011. Para ello, utilizaremos todo lo que se nos ponga por delante para conseguir un 2011 tan bueno o mejor como este 2010 que va llegando a su fin.


Querría agradecer a todos lo que me habeis apoyado de una u otra manera, ya que sin vosotros, no habría sido capaz de llegar hasta aquí. O igual si, pero tal vez no con una sonrisa en la boca, que es lo que cuenta, tener gente para celebrar las cosas.

Pues eso, al año que viene, a por la V Maratón de Zaragoza.