Creo que ya tocaba actualizar, aunque hay bastante poco que contar. Y encima, no ando muy insipirado para escribir cosas filosóficas... Se hará lo que se pueda.
Lo último que comenté en el blog es que andaba tocado y que iba a tocar guardar reposo. Lo que no comenté es que tenia que ser tanto.
El viernes 30 corrí un rato con Marina y, aunque tuve alguna molestia, cuando la pierna entro en calor esta desapareció. El sábado nos acercamos Urzi y yo al Parque Grande para trotar un poquillo, pero mi pierna no se encontraba muy bien, asi que dimos una vuelta y a casa. Yo creo que lo que "reventó" mi pierna fué el domingo. Al loro: Las Fuentes - Expo en biZi (unos 5km que fuimos callejeando pues el cierzo que soplaba por el Ebro era insoportable), Entrenamiento Solidario (10km en 53'), vuelta a Las Fuentes en biZi (otros 5km) y O-Parque Torrerramona. Aquí dí todo lo que pude. Las sensaciones durante toda la carrera fueron bastante malas, no así la lectura del mapa que, desde mi punto de vista, fué bastante buena. Dejo el mapa con el track. Cómo se puede apreciar, hice uso correcto de los pasos obligados, que si se ponen, pues habrá que usarlos. Terminé 3º.
Evidentemente, el dolor había vuelto y en una zona nueva, en los abductores. Esperaba un "Puente" que días atrás pintaba muy atlético, pero que con esto iba a tocar dedicarlo a otras actividades. Una de ellas fué ir a ver la carrera de Maria de Huerva donde corría Urzi, Juan Ulibarri... FOTOS.
Tambíen nos dedicamos a otras actividades menos sanas... Dejo esta foto... ¡y hasta aquí puedo leer!
El viernes por la tarde recibí una llamada de Álvaro, en la que me invitaba a ir a verle correr a Luesia. ¡Pues allí que nos fuimos! Terminó 3º la carrera absoluta. Íbamos tan contentos, que nos arrancamos con esta canción... Lamentable ;)
El domingo fué mi día "Cuá Cuá". ¡Otro año más al saco!
La semana del 10 al 16 empecé a correr poco y suave. Asi que, después de este parón, podría decirse que estoy de pretemporada. Rafa me recomendó que no participase en el Rogaine de Tierrantona. Iba mucho mejor, pero las probabilidades de acabar entero eran las mismas que las de acabar roto. Para otro año será...
Pero donde no podía falta era en la tradicional Subida del Belén al Pusilibro. Tranquila y agradable subida. Eso de que cuando alguien canta mal llueve lo hicimos realidad. Fúe entonar algún villancico en la cima y la niebla apareció. Y mientras comíamos, empezó a llover. Tocará ensayar para el año que viene jajaja
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