Después del parón veraniego, volvía la orientación a tierras aragonesas. Ya había ganas de pillar un mapa y disfrutar corriendo por el monte. Pero antes de hablar de la carrera, voy a comentar un poco la semana.
Sólo entrené 3 días, pero las sensaciones fueron bastante buenas. Con toda seguridad, no es el entrenamiento mas idóneo para correr una carrera como Oturia, pero tampoco me preocupa mucho. A Oturia iré a acabar. El tiempo no importa nada.
El martes, después de calentar un poco, repetimos el entrenamiento de hacía, mas o menos, un mes. 100 + 300 + 100. ¿Los tiempos? Los 100 parecidos a la otra vez y el 300 en 46".
El jueves salimos a rodar por la ribera Urzi y yo y, nos dió la venada y nos pusimos "a tope" por el carril bici adelantando indiscriminadamente a todo peatón, ciclista, animal de compañía... que nos encontrábamos. El resultado del 1000 improvisado... 3'24". Para Oturia no vendrá bien, pero para comprobar que hay "algo" para el domingo en Ceresa va de lujo...
El viernes rodajillo suave de 21' para 4,3km y a echar unas cervezas.
ORIENTACIÓN EN CERESA
Como he comentado al principio de la entrada, ya había ganas de que volviese la orientación. El sábado por la tarde nos subimos al camping Los Vives y por la noche montamos una barbacoa de las buenas. Pancetas, chorizos, longanizas, morcillas... ¡aquello era la fiesta del colesterol! Vamos, la cena ideal para la noche de antes de una carrera...
Salía a las 11:21, cuando el calor ya llevaba un rato apretando. Concentrado y con ganas de hacerlo lo mejor posible, tomé la salida. Las balizas 1 y 2 fueron muy bien. ¿Y qué pasa cuando enlazas un par de balizas buenas y pierdes un poco la concentración? Pues que la cagas. Como se puede ver en el track, en las balizas 3 y 4 la cagué de lo lindo... ¡¡si me salí del mapa!! Pero una vez superado este error, la cosa fué mas o menos bien, hasta que en la 13 me equivoqué de campo de cultivo y la desconcentración hizo que la 14, clarísima en medio del camino, no la viese... Después de un duro repecho hasta Ceresa, tocaba cambiar el mapa pues nos esperaba un recorrido muy técnico y laberíntico...
La falta de concentración seguía. No se si el calor, la falta de Entren-O-s o que. Pero me costó mucho mucho meterme en el mapa. Ese terreno tenía muchos detalles, muros, rocas... por lo que ni andando era capaz de clavar las balizas. Camino de la 8 me encontré con Jesús y fuimos juntos a la baliza donde nos pudimos refrescar un poco... Últimas balizas y a tope hasta la meta.
Descargo pensando que con el tiempo que he hecho quizá esté entre los 3 primeros y, cuando me dan el papel de los pasos por las balizas... ¡¡No había picado la 8!! ¡Noooooo! Pues efectivamente y si, pese a haber estado en la baliza un buen rato, me había ido sin picarla...
¿Qué se siente en ese momento? Rabia. Mucha rabia. Es un error que ni un novato comete. Pero como me dijo Javier Saz, tengo que quedarme con el tiempo. Y el tiempo era nada mas y nada menos que de la segunda posición. Mas rabia. Pero, ¿qué sucede con esto? Que voy a ir a la carrera del Pilar con unas ganas enormes de correr.
¿Habeís visto la nueva equipación de orientación del club? Guapa, guapa! Fiuuuuufiuuuuuu!!
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